viernes, 11 de junio de 2010

DESARROLLO DEL NIÑO MEDIANTE EL JUEGO


Los niños sanos quieren jugar a todas horas y aprenden muchísimo del juego. El juego domina la vida de los pequeños. Un niño sano quiere jugar desde la mañana hasta la noche. Su juego emana desde lo más profundo de su ser y le permite mantener de forma fluida su fuerza vital, que es tan necesaria para el crecimiento exuberante que está desarrollando. Si un niño pierde el interés por jugar es casi siempre una señal indicativa de que está enfermo. No permitir jugar a los niños es como ponerlos en un estado enfermizo.
En una época en la que precisamente lo que se necesita es saber pensar de una manera más creativa para poder encontrar soluciones a problemas complejos, se deja de lado esta habilidad de pensar, cuestión que se convierte así en motivo de gran preocupación. La doctora Jane Healy, en su libro (Mentes en peligro) ha estudiado investigaciones actuales sobre el cerebro y su desarrollo en el niño. El nuevo método que se está desarrollando en la educación preescolar es enseñar jugando. Sin embargo, todavía hay que hacer énfasis en la enseñanza, porque la mayoría de los educadores modernos aún no han observado que los niños aprenden con el juego creativo que ellos mismos llevan a cabo.
El juego en los años preescolares es una semilla esencial que dará su fruto toda la vida. Debemos proteger y promover el juego en los niños tanto como podamos, para que lleguen a tener pensamientos creativos y vitalizados.. Los más pequeños tienen dos únicas capacidades esenciales para el juego correcto: una es la habilidad de aprender el mundo por imitación y otra es la capacidad de usar la imaginación o la fantasía para hacer suyo el mundo.

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